Sergio Roggerone

Nació en Mendoza en 1968 y es uno de los artistas plásticos más cotizados de Argentina.




Nació en Mendoza en 1968 y es uno de los artistas plásticos más cotizados de Argentina. Ha expuesto en Estados Unidos, Italia y Chile. En su obra se mezclan las tradiciones de la América colonial con las iconografías orientales y esto da vida a un mundo lleno de poderosas figuras femeninas.

Sergio Roggerone (45) es una de las joyas del arte de nuestra provincia. La tierra del vino ha aportado grandes figuras a la plástica nacional y sin dudas Roggerone es una de ellas. Mientras sus cuadros trascienden a nivel mundial, el artista continúa disfrutando de su tierra natal.  Sus trabajos se encuentran en colecciones privadas y públicas de Estados Unidos, España, Italia, México, Chile, Uruguay, Canadá y Alemania entre otros países. 

High: ¿Cuántos años llevas en el mundo de la pintura?

Sergio Roggerone: Comencé hace 25 años.

H: ¿Porqué arrancaste?

SR: Desde chico me gustaba mucho dibujar. Además mis padres trabajaban todo el día, yo me quedaba en lo de mi abuela y ella me compraba pinturas y papeles o me cortaba pedazos de sábanas para que pintara. Creo que eso fue creando en mí un mundo que con el tiempo pude convertir en esta gran pasión que tengo hoy que es la pintura. Además también estudié arquitectura durante cuatro años, pero la carrera no me daba todo lo que necesitaba. Yo buscaba una rama más plástica. Y ahí empecé una búsqueda de materiales que me llevó hasta la pintura.

H: ¿Cuándo empezaste a pintar tu obra era similar a la que vemos hoy?

SR: No, porque la pintura de un arquitecto es muy dura. Justamente por los tecnicismos de la profesión. Se nota mucho en los trazos. De hecho es fácil darse cuenta cuando un pintor tiene formación de arquitecto y sacarse eso no es sencillo. Pero es lo que traté de hacer y finalmente creo que lo logré.

H: ¿Cómo lograste sacarte eso?

SR: Empecé a indagar sobre la figura humana, algo que un arquitecto no desarrolla. También empecé a investigar el Renacimiento y pintores de la antigüedad para formarme y aprender sobre eso.

H: ¿Cómo realizaste ese aprendizaje?

SR: Con viajes, con libros, con becas en Europa y revistas de arte. Absorbía todo lo que podía.

H: ¿A qué edad hiciste tu primer viaje a Europa?

SR: Mi primer viaje a Europa solo fue a los 19 años, con una beca que gané en el Consulado de Italia. Ahí conocí museos y realmente me impactó el mundo del arte.

H: ¿En ese momento hiciste el click de la pintura?

SR: Cuando volví de ese viaje comencé.

H: Digamos que Europa te marcó…









































SR: Cuando sos una persona sensible, te arrodillás ante tanta belleza. Hay personas a las que les da lo mismo Potrerillos o la Torre de Pisa, pero a mí no. Europa me impactó tanto que me llevó a convertirme en un estudiante de pintor. La pintura es algo que se aprende durante quince años como mínimo.

H: ¿Seguís aprendiendo?

SR: Hoy no sólo a través de los viajes. A través del pincel vas conociendo cosas increíbles durante toda la vida. Y cuando crees que llegaste a un punto maravilloso siempre hay algo más por descubrir. Sobre todo relacionado a nuevas técnicas y nuevos materiales.

H: ¿En qué etapa de tu carrera profesional estás hoy?

SR: (Piensa) No sé como decirte en que etapa estoy. Sobre todo estoy pensativo. El arte tiene varias etapas y una de ellas es el proceso a caja oscura, que es todo lo que se construye en la mente. Creo que ahí estoy ahora. Es una revolución mental para poder sacar cosas afuera.

H: ¿Has concretado tu proyecto de carrera profesional?

SR: Yo no proyecté. Yo sólo quería ser pintor y eso soy. Eso es lo que me gusta. Hay gente que cree que yo tracé una línea en función de mi profesión, pero la realidad es que las cosas fueron sucediendo. Una cosa te lleva a la otra.

H: ¿A qué atribuís que en Mendoza haya tantos artistas plásticos destacados?

SR: Yo creo que Mendoza es un punto geográfico muy bueno.  Aquí hay artistas muy destacados a los cuales durante su carrera les han pasado cosas fantásticas. Pero eso es el fruto del trabajo. Es normal que le vaya bien a las personas que trabajan y que esto no le suceda a quienes no lo hacen con esfuerzo y dedicación. Soy un convencido de que si uno está bien apuntado hacia adonde va, las cosas salen hacia adelante.

H: ¿Es complicado vender obra en nuestro país?

SR: En lo que a mi respecta la línea es ascendente. A medida que vas creciendo más cotiza tu obra. Además el hecho de tener bocas de expendio en distintos lugares del mundo hace que las ventas no sean tan complicadas. De todas maneras el problema de Argentina no es solamente económico. Hay un nivel de ignorancia muy grande en todas las clases sociales. La falta de cultura es importante. 

H: ¿Qué opinás de los espacios culturales de Mendoza?

SR: No estoy de acuerdo, por ejemplo, con que uno de los museos principales de Mendoza sea el ECA (Espacio Contemporáneo de Arte). Eso en realidad es un banco, no un espacio cultural. El Museo de Arte Moderno tampoco fue pensado con esa finalidad y sin embargo hoy también es un espacio de arte. Habría que mirar un poco hacia San Juan, donde el museo Rawson, por ejemplo, es una maravilla. Tampoco en el espacio cultura Le Parc hay lugares pensados para exponer pinturas.

H: ¿Existe un circuito de arte en Mendoza?



































SR: No, para nada. 

PIN PONG

Restaurante favorito: Osaka, en Buenos Aires 

Comida Favorita: kepe 

Un vino: Brioso de Susana Balbo 

Signo: Libra

Hincha de: Ningún equipo.

Programa de TV favorito: No veo TV 

Una marca de ropa: G-Star Raw

Quién era tu ídolo de chico?: No se si héroe, pero me gustaba ver “La Pantera Rosa”. 

¿Cúantos seguidores tenés en facebook?: 995


















Un destino para vacacionar: Grecia