Damián Szifrón: «Lo sagrado del cine es el vínculo entre una película y el espectador»
Por Fernando Gabrielli
Szifrón acaba de revolucionar el cine de nuestro país luego de estrenar “Relatos Salvajes”, su tercer película. Anteriormente había realizado “El Fondo del Mar” en 2003 y “Tiempo de Valientes” en 2005. El hoy famoso director se crió entre fotografías y cámaras de video y terminó siendo un gran referente en la industria del cine. De paso por Mendoza Damián Szifrón dialogó en exclusiva con High y contó algunas de las claves de su éxito.
High: ¿Cómo te ligás originalmente al cine y la televisión?
Damián Szifrón: Como espectador me inicié a los tres años, de la mano de mi viejo. Él era fanático del cine y las películas. Mi padre era una persona de origen muy humilde, pero en la medida en que le fue yendo bien, económicamente, fue comprando sistemas de proyección como Súper 8 o máquinas de Vetamax. Luego VHS y después cámaras. Durante toda mi infancia jugué con esas cosas. Lo veía mucho sacando fotos y haciendo videos familiares, pero no era nada comercial. Sólo era su hobby. Mientras tanto yo miraba mucho cine y tenía en casa todos los recursos para hacer producciones.
H: ¿Qué es lo primero que recordás haber hecho?
DS: En unas vacaciones, un primo me dijo que uno de sus amigos había hecho una película casera de ficción. Y eso fue totalmente revolucionario, porque entendí que en casa tenía las herramientas para contar una historia. Me pareció algo espectacular. De hecho a los cinco segundos agarré una cámara y me puse a filmar. Hice una película de un asesinato, donde mi primo era el asesino y mi madre la víctima. Después otra de un boxeador que simulaba a Rocky, donde mi abuelo era el protagonista. Hacía ese tipo de cosas.
H: Digamos que toda la familia participaba de las películas…
DS: Todos se sumaban porque creo que el arte y la narración tocan fibras de todas las personas. Hay un placer en relación a actuar o verse en una pantalla, que conecta muy rápido con mucha gente. Esta es una actividad que despierta gran entusiasmo. De hecho muchísima gente insiste con venir a los rodajes, para ver como trabajamos. Pero yo no insisto para ir a la oficina de un abogado para ver como trabaja (risas). Esto deja claro que estamos inmersos en un mundo que despierta interés.
H: ¿En algún momento imaginaste que ibas a dedicarte a algo que no estuviera relacionado al cine o la televisión?
DS: No, no. Nunca pensé en trabajar de otra cosa. Desde los ocho o nueve años tenía claro que iba a hacer algo relacionado al quehacer cinematográfico.
H: ¿Tuviste otros trabajos en su adolescencia?
DS: Alguna veces le di una mano a mi papá trabajando como cadete en su oficina, pero no más de eso. Y después estuve como asistente de producción para algunos programas de TV o para publicidades. Mientras tanto iba estudiando cine, primero en el secundario y luego en la universidad.
H: ¿Cuántos años de cursado tiene la carrera de cine en la universidad?
DS: Yo estudié dirección en la Universidad del Cine, pero aún no me recibí…no he terminado la carrera (risas). Ya hice tres películas, pero aún no tengo título (risas nuevamente). Me faltan dos materias.
H: ¿Dejaste la universidad por trabajar?
DS: No fue tanto por el trabajo. En realidad, en aquel momento tenía muy claro que la dirección de cine es una disciplina para la cual no necesitás un diploma o que una institución certifique que podés dirigir una película. Hay mucha genterecibida que jamás filmó y grandes directores en la historia que nunca pisaron una universidad. Es algo relativo. La carrera sirve en tanto vayas incorporando conocimientos. Pero no se necesita el título para ejercer, como si lo necesita un médico.
H: ¿En qué año decidiste salirte de la universidad?
DS: Eso fue en el año 1997. Hace poco fui a dar una charla, que fue muy emocionante, y el director, que se llama Mario Santos igual que el personaje de Federico D’ Elía en “Los Simuladores”, me sacó mi situación académica y le dije que tenía ganas de terminar. Seguramente lo haga en algún momento. Obviamente al nombre el nombre de Federico (D’Elia) en la serie, fue en honor a él.
H: ¿Alguna vez pensaste que no iba a ser fácil hacer cine en Argentina?
DS: No, la verdad es que nunca me topé con esa dificultad que todos hablan en referencia a hacer cine. De hecho me parece más fácil hacer cine que cualquier otra cosa. Hay grandes películas de la historia que se hicieron con muy pocos recursos. En neorrealismo italiano se da en un país devastado por la guerra, con actores no profesionales, sin luces y en escenarios naturales. Y en ese contexto crearon grandes películas como “Roma, Ciudad Abierta” o “Ladrón de Bicicletas”. Partiendo de esa idea se puede hacer mucho. Igualmente también me gustan mucho películas que fueron costosas. De hecho “Relatos Salvajes” es una película cara. Pero filmo en estas condiciones porque puedo y porque hay productores que confían en los proyectos. Pero si no tuviera ese aval, filmaría con las mismas cámaras que trabajaba cuando era chico. Hoy se puede hacer un largometraje hasta con un teléfono. Considero que cualquiera que dedica tiempo a hablar sobre la imposibilidad de filmar en el país, está equivocado.
H: Tomás notas permanentemente de situaciones que después podés sumar a tus guiones…
DS: Sí, totalmente. Siempre tengo un cuaderno a mano y un grabadorcito.
H: ¿Qué significó para vos el éxito de la serie “Los Simuladores”?
DS: Ese fue mi primer proyecto y la aventura narrativa a través de la cual me presenté en sociedad. Por suerte tuvo una aceptación enorme y me abrió muchas puertas. No tengo más que agradecimientos para “Los Simuladores”. Tengo una relación muy sana con ese material.
H: ¿Cómo fue ir al Festival de Cannes a presentar “Relatos Salvajes” y qué el auditorio te aplauda de pie?
DS: Eso fue genial. De todas maneras creo que hay toda una parafernalia alrededor de las películas, que no es lo que más me importa. Lo que si valoro es la relación que una película establece con el público. La capacidad de transformar a una persona o de quedar en su memoria. Yo fui muy modificado por las películas que vi y me gustaron, independientemente de si fueron o no premiadas. Siento que lo sagrado del cine es el vínculo entre un film y el espectador.
H: ¿Qué te gusta ver en cine?
DS: Veo menos películas que antes, sobre todo de las nuevas. Pero cada vez reviso más los clásicos.
H: ¿Le dedicás una cantidad de tiempo por semana a ver películas?
DS: No, lo hago cuando puedo y lo disfruto. Pero además tengo dos hijas, así que trato de dedicarle mucho tiempo a ellas.
Pipong
Restaurante favorito: Doppio Zero, en Buenos Aires
Comida Favorita: pescado
Un vino: me gusta el vino rosado
Signo: Cáncer, con ascendente en Acuario
Hincha de: Boca, pero sin demasiado fanatismo
Programa de TV favorito: “Mad Men” y “Breaking Bad”
Una marca de ropa: no uso nada en especial
Quién era tu ídolo de chico?: Clint Eastwood
¿Cúantos seguidores tenés en facebook?: En facebook llegué al límite de lo que puedo aceptar
Un destino para vacacionar: me gusta Uruguay