Martiniano Molina: «Que el alimento sea tu remedio»

Fue uno de los pioneros de la generación de “chef televisivos”, pero dejó la tele, los diarios y las publicidades. Puso los pies en la tierra y se jugó por la alimentación consciente y saludable. De paso por Mendoza, Martiniano Molina nos contó sobre su actualidad.

Por Andrea Calderón
Fotografías: Luciano Estévez
Más que un creador y comunicador de recetas, Martiniano Molina es un promotor de la alimentación saludable, la sustentabilidad y el consumo responsable. Su participación en más de veinte organizaciones, entre fundaciones e instituciones que impulsan el cambio de paradigma avalan el recorrido personal de este chef formado en sus inicios de la mano del Gato Dumas, más tarde popularizado gracias a su participación en programas de televisión y por estos días al frente de proyectos que trascienden la conducción de “Eco Cocina” en el canal El Gourmet. 
De visita en la provincia, Martiniano ofició de chef invitado en el restaurante de Zuccardi, Pan & Oliva, donde además de cosechar en la huerta orgánica, sorprendió con un exquisito menú de autor y se dio tiempo para dialogar con HIGH en exclusiva.
High: ¿Qué relación tenés con Mendoza?
Martiniano: He venido varias veces a eventos, a grabar, hemos hecho varios comerciales en la provincia, tengo vínculo con algunas bodeagas, mi mujer tiene familia. A mí me encanta, es uno de los lugares donde podría vivir perfectamente, sucede que yo tengo una hija en Quilmes y más allá de que la realidad a veces sea dura, creo que hay mucho por hacer y por cambiar, por eso me mantengo ahí.
H: ¿Cómo es tu vida en Quilmes?
MM: Vivimos en una casa muy humilde de madera frente al río; en la zona hicimos una escuela de pedagogía alternativa como es la Waldorf, que tiene un perfil muy artístico y de trabajo en la tierra. A partir de ahí, nuestra creencia en las medicinas alternativas y las agriculturas orgánicas y biodinámicas, con una óptica distinta de la economía y de la utilización del dinero. Sin estar en el gobierno, tratando de dar un mensaje sostenido en la acción diaria que tiene que ver con hacer nuestra propia huerta, separar nuestra basura en origen, consumir responsablemente las energías, promover trabajos de cooperación y grupos que necesiten de nuestra ayuda... Básicamente ese es nuestro camino. Ahora estamos haciendo un club de campo ecológico donde se genere el alimento para la gente que va a vivir ahí, sostenido a través de las expensas, política de basura cero, cada casa va a tener su calefón solar, con materiales ecológicos para la construcción, hay un reglamento para viviendas de no más de 150 m2, un centro cultural para ofrecer talleres, un almacén y un restaurant orgánico; no es un lugar de élite sino dirigido a quienes quieran sumarse.
H: ¿Cuándo hiciste el clic para involucrarte social y medioambientalmente a través de las fundaciones para las que colaborás y la promoción de valores sustentables que llevás adelante mediante la cocina y la acción comprometida? 
MM: No hay un hecho único que me haya modificado, en realidad es la suma de un montón de acontecimientos biográficos. Obviamente creo que mi núcleo familiar tuvo mucho que ver porque mi vieja es homeópata, fundadora y creadora de un laboratorio de farmacia homeopáticaantroposófica en Quilmes, con un espacio de alimentos orgánicos no perecederos en la farmacia desde hace 40 años, o sea que el mensaje desde un comienzo fue claro: alimentate sanamente y no vas a necesitar medicamentos. Mi papá siempre estuvo vinculado a la política, así que de parte de él creo que absorbí el concepto de mirar al otro, involucrarme y desde chico nos llevaban a lugares muy carenciados a ayudar.
H: ¿Te gustaría dedicarte a la política?
MM: Yo hago política; formalmente en un espacio de gobierno no por ahora pero sé que va a llegar, porque como ves mi discurso no es el de un cocinero de la tele y ya. Esto es trabajo a través de fundaciones, escuelas y universidades; también hacemos Exposustenta, una feria de sustentabilidad a nivel nacional y creamos el primer biomercado en Berazategui. Tengo propuestas para participar en espacios político-partidarios pero todavía no es el momento porque creo que tienen que suceder un montón de cosas antes, como que la gente adhiera a estas ideas y las practique. Creo que cada vez más se suman, pero también violencia, inseguridad, narcotráfico; o sea, pareciera como si crecieran dos mundos que en realidad es uno solo. Es complejo el tema, pero bueno, es un desafío para el hombre.
H: ¿Por qué es importante atender a este nuevo modelo de consumo responsable?
MM: Primero porque se trata de la salud y somos lo que comemos. Después porque sirve para apoyar trabajos responsables y emprendimientos de integración social, cooperativas y personas que no sólo encuentran la forma de generar el sustento sano sino que fomentan el trabajo en la tierra, que pasa a ser un gran maestro. También porque no contaminás, generás menos basura, cuidás el agua; son muchos los valores que se ponen de manifiesto.
H: ¿Qué material está bueno para leer o informarse sobre el tema?
MM: Me parece que el libro “Malcomidos” está bueno para saber qué pasa con los alimentos y con lo que comemos en la Argentina. Yo me sumé en un capítulo para contarle a Soledad Barutti (la autora) lo que estaba haciendo y no lo que dejé de hacer; yo creo que está bien la denuncia, aunque mi intención es decir lo que deberíamos hacer. Les propongo que conozcan lo que pasa con la Red de Huerteros de Rosario, que es un proyecto apoyado por el gobierno de la provincia de Santa Fe y que da inclusión a un montón de gente. Exposustenta también está bueno y es una iniciativa que generamos nosotros, y en cuanto a material para ver, sugiero, por ejemplo, “El mundo según Monsanto”, “The 11th Hour” con Leonardo Caprio, “Zeitgeist: The Movie” también es interesante o el documental de Michael Moore “Super Size Me”. También hay un trabajo brasilero chiquitito que se llama “La Isla de las Flores” y que narra puntualmente lo que pasa con el tomate en ese país.