Christian Petersen: «Siempre pensé en la cocina como una vocación de servicio»

Empezó a trabajar a los 16 años con su madre, Susana Castro Videla, experta restauranter, en las cocinas del colegio Marín y del Club Náutico San Isidro en Buenos Aires. Estudió cocina en nuestro país, Francia y Estados Unidos y llegó a trabajar en el Hotel Ritz de París. La historia de una súper figura de la gastronomía Argentina.




¿Quién no vio alguna vez a Christian Petersen cocinar un buen asado en televisión? Los diferentes programas que ha hecho en los últimos 12 años para canales de cable lo pusieron a él y su hermano, Roberto, al tope de la escena culinaria argentina.


A sus años 46 años, Christian es uno de los referentes máximos si de banquetes o carnes a la parrilla se trata. Actualmente, el conductor de “Maestros del asado” se desempeña en tres áreas: restaurante, catering y televisión. 


En el marco del ciclo Cocineros por la Ciudad, organizado por Revista High y la Municipalidad de la Capital, Petersen visitó Mendoza y compartió sus secretos de cocina con cientos de mendocinos que fueron a verlo a la plaza Independencia.


En diálogo con High, el cocinero reveló que hacía tiempo quería visitar la provincia para conocerla más a fondo y por eso, aprovechó el viaje para gozar con tranquilidad de sus vinos, su gastronomía, el rafting y la montaña junto a su familia.


High: ¿Cuál fue el primer plato de comida que te conmovió?


Christian Petersen: Mi madre siempre trabajó en restoranes y con mis hermanos nos gustaba acompañarla. Yo tenía unos 12 años y fui con ella a un evento que era para 400 personas. Me tocó hacer un pollo al estragón. Fue el primer evento grande que me tocó ver desde adentro, en el que pude ayudar con un plato y me encantó vivirlo.


H: Es decir que los banquetes y el servicio marcaron tu infancia...


CP: Claro, pero no era que íbamos a trabajar sino que queríamos ganar experiencia y ayudar en lo que pudiéramos. Mi madre era viuda entonces nos gustaba acompañarla. De a ratos, aprendíamos, mirando a nuestro alrededor. Es inevitable que los banquetes, los servicios y los eventos estén tan adentro nuestro, porque crecimos así.


H: Se podría decir que tus hermanos y vos siempre supieron que se iban a dedicar a esto... 


CP: Uno de mis hermanos estudió bioquímica y a mí, la verdad, me gustaba más el campo, pero lo que tuvimos todos siempre, desde mi abuela, mi madre y mis hermanos, fue vocación de servicio. La cocina fue un medio para hacer y ofrecer un buen servicio. Nos gusta dar buenos momentos, que la gente la pase bien y atender al cliente plácidamente. Siempre pensé en la cocina como una vocación de servicio. Se puede mejorar y aprender de este oficio, pero si no tenés vocación de servicio, no vas a ningún lado. En un momento, pensé en hacerme cura, ¡imaginate! Evidentemente, algo de vocación de servicio tengo.


H: ¿Cuándo no estaban trabajando, ¿cómo era la comida en tu casa?


CP: Hasta que vivió mi padre, a él le gustaba mucho comer afuera, salir a cenar, pero también le gustaba mucho cocinar. Los domingos siempre sacaba la mesa afuera y se ponía a preparar algo. Podían ser unas pastas o un asado. En casa siempre se disfrutó el comer bien, ya fuera saliendo a comer o probando algo hecho por nosotros. Siempre vivimos la alegría desde la mesa y eso nos marcó muy fuerte a todos.


H: ¿Tenés recuerdos similares de tus abuelas en la cocina?


CP: Sí, porque nuestra abuela materna era muy cocinera y también crecimos con sus sabores, con cosas riquísimas que nos preparaba como profiteroles y budín de pan. En ese momento, no podías comprar esas cosas, había que cocinar todo. Crecimos aprendiendo a cocinar rico, a hacer platos ricos y a servir bien. En esto también tuvo que ver mi padre, que se levantaba y nos preparaba el desayuno con muffins rellenos con queso o algún dulce típico de Dinamarca.


H: ¿Cómo es el vínculo con tus hermanos?


CP: Los tres cocinamos y trabajamos juntos. Somos muy unidos. Con el que tengo más afinidad es con el más chico, Lucas, que es el que no sale en la tele, y que también cocina. Te diría que es el más alegre de los tres. Nos llevamos muy bien. Tenemos sangre danesa y por eso somos muy correctos, tenemos muy buen diálogo. Pensamos en equipo y nos guiamos bajo el clásico: “los hermanos sean unidos”. Tenemos una lindísima relación, porque nos llevamos bien en las buenas y en las malas. Como toda empresa en Buenos Aires o en Argentina, hay momento malos y hay que saber pasarla, sobre todo por los vaivenes económicos, pero por suerte en esos desafíos siempre hemos estado unidos y nos ayudamos.


H: ¿Cómo cambió tu carrera y tu vida la televisión? 


CP: Nosotros empezamos a cocinar en la televisión gracias a un concurso que ganamos. Empezamos en Utilísima y lo tomamos como algo que podía potenciar nuestro trabajo diario. Y así fue. La tele nos dio exposición con algo que hacemos todos los días, que es cocinar. Si bien a veces actuás un poco, también te muestra como persona. Hasta el día de hoy, creo que es un factor a la hora de que la gente nos elija para un evento o para cocinarles, porque saben las personas que somos. 


H: ¿Es decir que no te molesta que te saluden por la calle o salir en las revistas de chimentos?


CP: No, la verdad que no. Tampoco es que soy un rockstar. La gente me saluda y me brinda cariño. Siempre me hablan del asado que hicieron o de la receta que les sirvió. Mis hijos a veces me piden que no me pare a hablar tanto con la gente, pero bueno, por suerte siempre vienen con buena onda. Me encanta y es algo que te levanta un poco el ego también. Está bueno que reconozcan que hacés un buen trabajo.


H: Pero hay chefs que sí se convirtieron en rockstars, como Francis Mallmann, Gastón Acurio o el Gato Dumas en su momento…


CP: El Gato Dumas no hay dudas de que fue un pionero y un avanzando en la gastronomía. Con mis hermanos siempre nos sentimos muy identificados con él porque era el cocinero macho y decía exactamente lo que pensaba. Pero es verdad que en mi caso, me identifico más con un tipo de trabajo vinculado al servicio y no tanto a la persona o a la personalidad que crea la televisión. La tele o los medios nos sirven para mostrar la parte linda de lo que hacemos día a día, no nos interesa ser tendencia. Tratamos de generar buenos momentos: es muy importante para mí cuando eligen nuestra empresa para un casamiento porque se trata de un hecho inolvidable y nuestro servicio pasa a ser parte de ese recuerdo inolvidable. Esa es nuestra misión en el mundo. Después, hay otros chefs que tienen un mensaje más esperanzador o abarcativo. Lo nuestro es más diario y más real.


H: ¿Cuál es la diferencia entre un asado, una parrillada y una barbacoa?


CP: El asado es el que se hace con leña y tiene un proceso largo, es el que hacés con amigos, en tu casa. La parrilla es la que encontrás en un restorán, donde te sirven chorizos, morcillas, una provoleta. Y la barbacoa es mala palabra, no soy americano, soy argentino. No me gusta que le pongan ahumados a la carne, nada de eso. Pero bueno, es su idiosincrasia. 


H: ¿Cómo fue el encuentro con los mendocinos? Cocinaste en una plaza y al aire libre…


CP: Lo principal para mí era acercarme y darle un beso y un abrazo a cada uno de los mendocinos que fuera a verme, porque más que ir a cocinar, quise ir a saludar y a encontrarme con ellos. Además, ¡me moría por conocer Mendoza!


H: ¿No conocías?


CP: Había ido un par de veces a visitar bodegas y a esquiar a Las Leñas, que me encanta, pero me pareció la oportunidad ideal para quedarme dos o tres días y conocer varios lugares a los que no había podido ir. Organicé  para ir a hacer rafting, para ir andar en bici, para ir a una bodega y para ir a andar a caballo en la montaña. Son cosas que me encanta hacer. La cocina es la excusa para reunirse, conocer gente, conectar y conocer lugares nuevos. Con lo que hago, puedo viajar hasta allá y conocer a los mendocinos. 









Ping Pong







Un restaurante: Hace poco estuve en Nueva York, en un restorán de Robert De Niro que me encanta. Se llama Locanda Verde. 


Una comida: un buen sándwich de lomo.


Un vino: tiene que ser mendocino


Signo del zodíaco: Géminis


Hincha de: Boca


Programa de TV favorito: "Viajeros sin dinero"


Una marca de ropa: Osklen 


¿Quién era tu ídolo de chico?: Mi viejo


¿Twitter, Facebook o Instagram?: Instagram a morir


Un destino para vacacionar: Uruguay