Gabriel Rolón: “Si te gusta meterte en la vida de los demás, el psicoanálisis te va a apasionar”

“La película “Los puentes de Madison” es pésima. Habla de una mujer que amó a un hombre por cuatro días y lo lloró por 40 años”, dice Gabriel Rolón frente a un centenar de mendocinas que fueron a escucharlo en un evento realizado en la provincia hace algunos días. El mediático y reconocido psicoanalista se […]


“La película “Los puentes de Madison” es pésima. Habla de una mujer que amó a un hombre por cuatro días y lo lloró por 40 años”, dice Gabriel Rolón frente a un centenar de mendocinas que fueron a escucharlo en un evento realizado en la provincia hace algunos días. El mediático y reconocido psicoanalista se refería a la película protagonizada por Meryl Streep y Clint Eastwood y la usó de ejemplo para abordar temas como el deseo, las ilusiones y el amor.


Durante su charla, titulada “El amor y las pasiones”, el autor de varios best sellers como “Historias de diván”, “Palabras cruzadas” y “Encuentros” se refirió a la construcción del amor sano, la importancia del deseo, pero también dejó en claro cuál es el peligro de las ilusiones desmedidas.


Más tarde, cuando se bajó del escenario,  charló con Revista High sobre el inminente estreno de “Los padecientes”, película protagonizada por "China" Suárez y Benjamín Vicuña, que está basada en un libro suyo del mismo nombre.


Durante su paso por Mendoza, el ex partenaire de Alejandro Dolina en el exitoso programa radial “La venganza será terrible”, adelantó además que espera lanzar a fin de año la segunda parte de ese libro de ficción. De esta manera, las aventuras del analista Pablo Rouviot no solo llegarán a la pantalla grande sino continuarán.


-Antes de estudiar psicología, ¿se te ocurrió estudiar otra carrera?


-En realidad, nunca pensé en estudiar psicología, siempre estudié otras cosas. Soy profesor de música, profesor de guitarra, estudié el profesorado de matemáticas y empecé la carrera de Ciencias Económicas, aunque eso me duró poco. También estudié muchas cuestiones que tienen que ver con literatura y mitología.


-Entonces, ¿cómo te volcaste al psicoanálisis?


-Justamente, porque todo eso que estudié es lo que necesita saber un analista. Yo no sabía que me estaba preparando para ser un analista, pero todos esos conocimientos son los que te preparan para trabajar un tema como el psicoanálisis. De hecho, si te gustan la mitología, las historias, la literatura y meterte en la vida de los demás, el psicoanálisis te va a apasionar. En mi caso particular, siempre sentí una gran empatía con la gente que está sufriendo y el psicoanálisis me dio una oportunidad de hacer algo por esa gente.


-¿Los argentinos se vuelcan más al diván ahora que antes?


-En general, los argentinos somos un pueblo muy analizado. Quizás, el más analizado del mundo. De hecho, somos el país con más psicoanalistas per cápita. Entonces, diría que sí, pero no es un fenómeno nuevo, diría que desde hace bastante tiempo los argentinos buscan respuestas en la terapia.


-Tus libros se veden muy bien, pero “Historias de diván” se destaca. ¿Por qué creés que resonó tanto con el público?


-No sé. Quiero pensar que se debe a que es un libro verdadero y honesto. Quizás, haber mostrado al psicoanálisis de ese modo y a través de las historias de pacientes reales, hizo que la gente las tomara con respeto y mucha generosidad.


-En la charla que diste en Mendoza, hablaste del amor sano y cómo construirlo. ¿Por qué es importante para vos dar ese mensaje?


-El amor es el motor por el que hacemos todo y es lo que justifica nuestra vida. Por eso, es tan importante construir un amor sano, porque si construimos un amor que esté plagado de dolores, agresión, violencia o celos, ese mismo sentimiento que nos puede llevar al cielo y salvarnos la vida, en otro momento nos puede costar la vida. Con estas charlas que hago, trato de dejar clara la idea de que el amor es una construcción muy difícil y que hay que hacerla con mucho cuidado para que valga la pena.


-Al mismo tiempo, hiciste referencia al peligro de las ilusiones...


-Es inevitable ilusionarse cuando uno se enamora, pero es importante entender que nuestros amores terminan teniendo no solo el tamaño de nuestras ilusiones sino también el tamaño de nuestras realidades. Está bueno tener un pie en cada lado, no perder del todo esa ilusión, pero tampoco permitir que ella nos lleve a un lugar en el que no percibimos lo que de verdad es.


-¿Qué planes editoriales tenés?


-Se acaba de reeditar mi libro “Los padecientes”, a raíz del estreno de su versión cinematográfica, que llega a los cines el 27 de abril próximo. Los papeles protagónicos son de Eugenia Suárez y Benjamín Vicuña, está dirigida por Nicolás Tuozzo y fue producida por Fox Internacional. Es mi única ficción hasta ahora. Por otra parte, estoy escribiendo mi segunda obra de ficción, que probablemente saldrá a fines de año. Empecé a trabajar recién ahora en ella porque estuve dedicado todo el año que pasó al armado de la película.


-¿Se puede adelantar algo de esta nueva historia?


-No mucho. Solo puedo decir que es una continuación del primero y que la historia de Pablo Rouviot se convertirá en una saga. De esta manera, lo veremos abocado a un nuevo caso que lo quita del ambiente de su consultorio y lo pone en la extraña tarea de investigar un posible asesinato.


-¿Qué reflexión hacés sobre el movimiento Ni una menos y la lucha que llevan adelante hoy las mujeres del mundo?


-Me gusta ver a la gente movilizada. Me encanta cuando alguien se compromete para construir su destino y toma el toro por las astas. Es muy sano que las mujeres escuchen sus propias demandas y así se las hagan escuchar a los demás. Fue así que la mujer logró tanto a lo largo del siglo pasado, como el derecho al voto, la igualdad y la patria potestad. Lo logró haciéndose oír. Me parece que la mujer va por más reivindicaciones sociales y está muy bien. Siempre que alguien reclame por algo que es justo, no importa de dónde venga, va a contar con mi apoyo.


 


Por Florencia Manzur