Germán Paoloski: “Puedo criticar a la televisión, pero lo hago desde adentro”

El conductor de radio y televisión Germán Paoloski atraviesa un momento de plena actividad televisiva al frente de tres programas que están emitiéndose de forma simultánea por diferentes canales de TV. Dos de ellos, se ven por señales internacionales. Su más reciente proyecto es la segunda temporada de “Asombrosamente”, el ciclo de neurociencia que estrenará […]


El conductor de radio y televisión Germán Paoloski atraviesa un momento de plena actividad televisiva al frente de tres programas que están emitiéndose de forma simultánea por diferentes canales de TV. Dos de ellos, se ven por señales internacionales.


Su más reciente proyecto es la segunda temporada de “Asombrosamente”, el ciclo de neurociencia que estrenará episodios dobles todos los domingos de mayo, a las 22, por la señal Nat Geo.


Mediante experiencias que tienen lugar en Buenos Aires, Ciudad de México, Bogotá y Houston, combinadas con recientes investigaciones en neurociencia, “Asombrosamente” investiga temas tan diversos como el estrés, la memoria, las emociones, la comida y el impacto de las redes sociales y las nuevas tecnologías en la vida cotidiana.


Por otro lado, al locutor de 42 años también se lo puede ver en el programa de late night “Nunca es tarde” (NET), que se emite todas las noches por Fox Sports, y por la pantalla de la TV Pública en el ciclo “Todo tiene un porqué”. Asimismo, cada tarde acompaña a su audiencia en Radio Rivadavia, en el envío “Vuelta y vuelta”.


En diálogo con High, el periodista, que está en pareja con la actriz Sabrina Garciarena, con quien está esperando su segundo hijo, habló sobre su gran momento profesional y recordó quiénes fueron sus influencias en el periodismo y la pantalla chica.


-Ahora que conducís un programa que responde curiosidades de la gente, ¿recordás alguna duda que te haya marcado de chico?


-Una de las características que me definen es el preguntarme cosas y creo que por eso elegí el periodismo como profesión. Si bien mi primera experiencia en el rubro fue lo deportivo, todo lo que tiene que ver con diferentes hechos de la cultura y la naturaleza lo, me llevó a elegir esta forma de vida. Recuerdo hacerme preguntas filosóficas típicas sobre por qué estamos acá o cuál es nuestro propósito a otras más científicas, como: ¿estamos solos en el universo?. Me gusta la idea de seguir haciéndome peguntas y de que todos lo hagamos, porque es clave para tener una mente abierta y mantenerse activo y joven.


-¿Qué tipo de televisión veías vos cuando eras chico? ¿Con qué programas te formaste?


-Siempre me gustó la televisión. Puedo criticarla a veces, pero lo hago desde adentro. No concuerdo con la gente que cree que es cool decir que no ve TV. A mí me gusta desde chico y marcó mucho mi infancia. Tengo un fuerte recuerdo de programas tales como “Badía y Compañía” o los de “Carlitos Balá” y de series extranjeras, como “Los Duques de Hazzard”. He consumido mucha televisión a lo largo de mi vida. Incluso, contenidos argentinos como “Clave de Sol” o “Amigos son los amigos”. Además, hubo grandes periodistas y conductores que marcaron mi vida y que me sirvieron como parámetro a la hora de buscar y crear mis propios programas. Incluso, tuve la posibilidad de rechazar proyectos que me ofrecían porque no eran la televisión que a mí me gustaría ver.


-Aprender más sobre ciencia, ¿te ayudó a cambiar tu perspectiva sobre cómo funcionamos los humanos?


-Sí, totalmente. No solo trato de disfrutarlo al máximo sino que intento aprender todo lo que puedo. Busco ser como una esponja que absorbe conocimiento. Soy así porque me parece que uno en la vida tiene que estar muy preparado y tener la mayor cantidad de herramientas.


-¿Eras muy estudioso de chico?


-En realidad, agradezco a mis padres y mi familia entera por haberme enviado a una escuela privada, donde aprendí muchísimo. Claro que también amo la escuela pública y me encantaría que se luche por una escuela pública excelente en la Argentina. En mi caso, pude ir a un colegio bilingüe y después asistir a la facultad.


-¿Intentaste alguno de los experimentos que salen en el programa?


-¡Sí! Muchos de los experimentos que se ven en el programa, después los traslado a otros programas míos. Incluso, fuera del aire, los practicamos con los chicos del equipo de producción. Los otros días, justamente, hicimos uno en un corte de la radio para divertirnos. Además, son actividades que te despiertan el ingenio y que entretienen. Justamente, mucho de lo que hace este programa de Nat Geo es eso y me encanta poder aplicarlo en otros ámbitos de mi carrera.


-Siendo que te gusta tanto la televisión, ¿qué lugar ocupa hoy en el seno de tu familia y en tu tiempo libre?


-Trato de ver bastante, pero obviamente que, teniendo tanto trabajo y una familia, no tengo tanta libertad para ver todos los programas que me gustaría. Así y todo, nos hacemos el tiempo con Sabry y vemos algunos programas que nos gustan. En el caso puntual de “Asombrosamente”, vamos a tratar de ver el programa en vivo. El domingo, que es el día en que se emite, es un día de descanso y para estar en familia. Es el día en que bajo las revoluciones. El sábado, en cambio, siempre hay algún compromiso.


-En general, ¿te gusta verte o escucharte?


-Sí. Me gusta mucho verme. Sobre todo cuando se trata de proyectos en los que grabás por parte y no tenés la chance de ver el producto final terminado. Está bueno ver qué cosa podría mejorar o cambiar. En mi caso como locutor, me gusta mejorar y sumar al proyecto del que forma parte. Cuando uno está frente a la cámara o el micrófono, no se da cuenta de un montón de cosas que hace, y verse es clave.


 


Por Florencia Manzur