Martín Churba

“La gente debería asumir riesgos a la hora de vestirse”.

A los 43 años es uno de los grandes referentes de la moda de nuestro país. Conformó la exitosa empresa TrosmanChurba, junto a Jesica Trosman. Sus colecciones de vanguardia son comercializadas en los locales que la marca tiene en Buenos Aires y Nueva York. Además se exportan a Japón y Europa.Llegó a nuestra provincia para ofrecer una charla sobre moda y tendencias de la mano de HSBC Bank y revista Para Ti.
HIGH: ¿Cómo surgió la idea de dedicarte al diseño?
Martín Churba: En realidad lo primero que hice fue el acercamiento a la materia textil. Y ahí me di cuenta de que el material me daba un montón de posibilidades que iban desde su uso hasta su resistencia. Con la tela comienza un juego concatenado que se vuelve infinito. A la tela la podés llevar puesta, la podés, cocer, unir a otra tela…Ese fue mi primer contacto. Digamos que a través de intervenir y trabajar en telas en que llegué a hacer ropa.  
H: ¿Cuántos años tenías cuándo comenzaste?
MCH: Creo que entre 18 y 19 años. Igualmente tenía una historia con el tema de las telas y el diseño. En la familia de mi madre hacían ropa, mi madre además confeccionaba ropa infantil y la familia de mi padre que hacía interiorismo y arquitectura. Ahí el textil era uno de los elementos más utilizados tanto para la tapicería como para entelar paredes.    
H: ¿Siempre tuviste claro que te ibas a dedicar al diseño?
M.CH: No. Al principio lo veía como algo que te ofrecen en tu casa y la verdad es que tenía ganas de hacer cosas nuevas. De hecho originalmente me inscribí en la escuela de actuación y me formé como actor. Esa fue mi actividad durante diez años. Pero después, cuando tenía veinte años, me pareció interesante tener un oficio. Era difícil para mi imaginarme viviendo de la actuación. De hecho creo que sigue siendo difícil para los actores en la actualidad. Yo me di cuenta que por más amor que tuviera por la actuación debía desarrollar algo que se convirtiera en mi oficio y medio de vida. Así fe que comencé a dedicarme al diseño textil. Tampoco fue un camino fácil porque cuando arranqué, en el año 1990, tampoco el diseño era algo muy desarrollado en nuestro país. De hecho me siento participante del auge por el diseño que se ha ido generando en Argentina, estuve en esto desde los comienzos.
H: ¿Qué impacto tuvo Trosman- Churba en el mercado?
M.CH:Fue como cortar algo con una navaja filosa y dejar una cicatriz para siempre. Pero también fue muy importante en mi vida, tuvimos la oportunidad de expresarnos desde la libertad y nos dio mucho reconocimiento profesional.
H: ¿Es fácil estar bien vestido?
M.CH: Hoy es fácil. Sobre todo porque es fácil informarse sobre que es lo correcto para utilizar. Yo creo que lo difícil es encontrar gente que asuma riesgos a la hora de vestirse y que por tanto resulte interesante. Me refiero a utilizar elementos de distinción o novedades. Creo que cualquiera puede vestirse así, lo complicado hoy por hoy es encontrar gente que lo haga. El tema es que muchas veces la gente tiene temor de ponerse algo por el miedo a lo que pueden decir las personas de su entorno. Y esta es una escena temida, pero totalmente ficticia. A lo sumo alguien puede reírse un rato y eso es lo mejor que pueda pasar. Atrás queda el hecho de creer que estamos haciendo el ridículo. Y tal vez después hasta sacamos la conclusión de que nos divertimos por habernos puesto tal o cual prenda. Además seguramente esta postura va a cambiar tu percepción sobre que lo que es cada persona y lo que es la ropa. Y esa puertita puede ser un camino donde alguien comience a explorar sus deseos de cambiar su forma de vestir.
H: ¿Imaginaste que ibas a tener tanto éxito en tu carrera profesional?
M.CH: Creo que la respuesta correcta sería no (risas), pero a la vez me daba cuenta de que era como una fija que si yo lograba expresar lo que quería expresar, rápidamente iba a haber un eco. A medida que se fueron dando los resultados creo que no me parecieron tan sorprendentes. Lo que si llamaba mi atención es que lo que estaba desarrollando, en materia de diseño, no hubiera sido hecho por nadie antes
Por Fernando Gabrielli