Rodrigo Scalzi

Rodrigo Scalzi es uno de los artistas plásticos contemporáneos más reconocidos de la provincia.

Se dedica a la pintura desde hace más de quince años y viaje permanentemente a Estados Unidos para seguir mejorando su técnica y desarrollar trabajos en el país del norte.Rodrigo Scalzi (38) es sobrino nieto del poeta y escritor mendocino Armando Tejada Gómez y en los últimos tiempos ha ganado mucho espacio en el mundo del arte de nuestra provincia. Comenzó su formación pictórica en Estados Unidos y en Mendoza dirigió el recordado espacio La Garita Arte Vía. La actualidad de un pintor que prepara una gran muestra para el próximo 19 de marzo en el Colegio Nacional Agustín Álvarez.

High: ¿Porqué empezaste a pintar?

Rodrigo Scalzi: Toda la vida me gustó dibujar. Y el dibujo en blanco y negro me llevó a la pintura, justamente porque quería experimentar con colores.

H: ¿Pero nunca habías imaginado que podías vivir del arte?

R.S: A eso no lo sabía porque no vengo de una familia de artistas y tampoco de compradores o consumidores de arte. Era como algo totalmente lejano a mi.

H: Pero si creciste un poco cerca de tu tío Armando Tejada Gómez…

R.S: Creo que tal el costado artístico de mi personalidad venga por ahí, pero Armando (Tejada Gómez) no estaba relacionado a los cuadros o la pintura. Además en la época que estaba él yo era muy chiquito.

H: ¿Qué estudiaste cuándo saliste del colegio?

R.S: Estudié publicidad en Mendoza y en Chile. Creo que ahí se abrió la veta de la composición. Ahí empecé a hacer trabajos de diseño y de dibujo.

H: ¿Y cuál fue el día que te compraste una tela y empezaste a pintar?

R.S: Mi papá me trajo de un viaje que había hecho a España una caja de óleos. Ahí agarré una tela sin bastidor, la apoyaba en el piso y pintaba.

H: ¿Pero empazaste a pintar realmente en Estados Unidos?

R.S: En Nueva York conocí la pintura y el arte como comercio y como forma de vida. Ahí me di cuenta de que podía vivir de esto, que era lo que me gustaba hacer. De hecho en Estados Unidos tomé la decisión de vivir de la pintura.

H: ¿Desde ahí sos artista… por decirlo de alguna manera?

R.S: Hasta el día de hoy me cuesta decir que soy artista. Me cuesta expresarlo de esa manera. Esto es un gran aprendizaje. Hace un tiempo escuché a Osvaldo Chiavazza decir que nuestra vida es un camino hacia transformarnos en artistas.

H: ¿Desde hace cuánto tiempo trabajás en Mendoza y Estados Unidos?

R.S: El 1999 fue la primera vez que fui a Nueva York a instalarme allá por un tiempo. Me quedé cuatro años en aquel momento. Y después he tratado de ir seguido. Intento hacerlo un par de veces al año. Y cuando estoy allá trabajo con los cuadros o en murales o con decoraciones de lugares. También con galerías.

H: ¿Has hecho muchos murales?

R.S: Eso es lo que más me gusta hacer. He hecho muchos en Mendoza, en casas. Y también varios en Estados Unidos. Hoy por hoy tengo muchas ganas de hacer alguno en la ciudad. Ojalá pueda materializarlo antes de fin de año. Algo grande que esté en la calle y la gente pueda verlo.

H: ¿Qué tan importante es que haya arte en las calles de una ciudad?

R.S: Muy importante, sobre todo por lo niños. Hay un contacto muy especial de los niños con el arte callejero. Lo percibí hace unos días cuando estuve pintando un mural en la vía pública en la Quinta Sección. Los niños se acercan a mirar, a preguntar y hasta a participar.

H: Participaste también en el grupo de artistas que realizó una intervención con murales del edificio de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza…

R.S: Esa fue una obra pública muy importante. Creo que en la provincia debería haber más proyectos de este tipo. Pero creo que por miedo a críticas no se llevan a cabo y eso me parece pésimo. Las críticas van a estar siempre, nunca todos están contentos. Además si alguien hace algo es lógico que alguien salga a criticarlo.

H: ¿Qué relación tenés con los artistas de Mendoza?

R.S: Tengo una relación excelente. Durante muchos años tuve un espacio de arte, junto a unos amigos, que se llamaba La Garita Arte Vía y ahí conocí a muchos de ellos.

H: ¿Y qué opinás sobre qué este tan de moda ser artista plástico o que algunas personas digan que lo son?

R.S: A veces escuchó los precios de los cuadros de gente que pinta hace un año y los comparo con los de grandes artistas de la provincia y la verdad es que me dan retorcijones. Pero también entiendo que muchas personas tienen un gran deseo de protagonismo. Pero la pintura no es salir en la sección de sociales de un diario. El arte pasa por otro lado….nace con las personas.  

H: ¿Es fácil vender obra?

R.S: Hay momentos buenos y otros más complicados, como en cualquier trabajo. Por suerte en mi caso hace más de diez años que estoy en una buena racha (risas). Pero la vida del artista no es fácil, aunque si muy divertida.

H: ¿Estás restaurando el Colegio Nacional?

R.S: Hace unos años restauré la vieja garita de la estación de trenes de Las Heras y Belgrano. Y ahora, por un incentivo personal, restauré parte del Colegio Nacional Agustín Álvarez. Lo hicimos con el “Hueso Negro” que es un taller de restauración. Hicimos una restauración parcial que abarcó el salón de actos del colegio. Esta es la primera etapa. En ese lugar voy a hacer una exposición el 19 de marzo como parte de la conmemoración por los 150 años del colegio. La muestra es sobre los objetos y artículos que las personas desean cotidianamente. Voy a mezclar la figuración con la abstracción.