Thormann y Jereb en la Bolsa
Con una gran cantidad de invitados quedó inaugurada la muestra de pinturas de la última producción de Fernando Jereb y Alberto Thormann en la Bolsa de Comercio, ubicada en Paseo Sarmiento 199 de Ciudad.
Alberto Thormann es licenciado en Artes Plásticas de la UNCuyo. Como grabador, dibujante y pintor ha recibido más de una veintena de premios. Sus obras pictóricas pueden enrolarse en la corriente surrealista con un marcado expresionismo dado por líneas, texturas y colores.
Dice el curador de arte Andrés Cáceres sobre su quehacer: “Tan fuerte, tan intenso es el impacto de su nueva serie de cuadros que cada cual, si se queda un rato mirando, meditando, podrá armar un intenso relato sobre las vivencias del artista: las vivencias propias que se despiertan cuando la sensibilidad sabe captarlas”.
Antes de dedicarse de lleno a su obra, Fernando Jereb pasó por la carrera de arquitectura y más tarde se orientó hacia las artes plásticas. Desde 1990 está abocado a la pintura y colabora con estudios de diseño en la realización de obras.
En la muestra actual vuelve a las tonalidades bajas de sus primeros cuadros, cargados de misterio y nostalgia. “Dos pasiones intensas guían el accionar de Fernando Jereb: la naturaleza y el vino. Es paisajista por antonomasia y siente fervor por nuestra noble bebida.
Sabe que es lo más noble y a la vez que la produce recurre a su inefable arcoiris cromático en sus pinturas”, sostiene Cáceres.
Alberto Thormann es licenciado en Artes Plásticas de la UNCuyo. Como grabador, dibujante y pintor ha recibido más de una veintena de premios. Sus obras pictóricas pueden enrolarse en la corriente surrealista con un marcado expresionismo dado por líneas, texturas y colores.
Dice el curador de arte Andrés Cáceres sobre su quehacer: “Tan fuerte, tan intenso es el impacto de su nueva serie de cuadros que cada cual, si se queda un rato mirando, meditando, podrá armar un intenso relato sobre las vivencias del artista: las vivencias propias que se despiertan cuando la sensibilidad sabe captarlas”.
Antes de dedicarse de lleno a su obra, Fernando Jereb pasó por la carrera de arquitectura y más tarde se orientó hacia las artes plásticas. Desde 1990 está abocado a la pintura y colabora con estudios de diseño en la realización de obras.
En la muestra actual vuelve a las tonalidades bajas de sus primeros cuadros, cargados de misterio y nostalgia. “Dos pasiones intensas guían el accionar de Fernando Jereb: la naturaleza y el vino. Es paisajista por antonomasia y siente fervor por nuestra noble bebida.
Sabe que es lo más noble y a la vez que la produce recurre a su inefable arcoiris cromático en sus pinturas”, sostiene Cáceres.