Anna Bistro: nuestro restó recomendado del mes

La palabra bistró hace referencia a los pequeños y acogedores restaurantes de barrio estilo francés. Su origen es ruso y data de 1815, cuando Napoleón fue derrotado en Waterloo. Para entonces, el Zar envió a sus súbditos a París con el objetivo de desestabilizar la democracia e implantar la monarquía. Los rusos querían que le […]


La palabra bistró hace referencia a los pequeños y acogedores restaurantes de barrio estilo francés. Su origen es ruso y data de 1815, cuando Napoleón fue derrotado en Waterloo. Para entonces, el Zar envió a sus súbditos a París con el objetivo de desestabilizar la democracia e implantar la monarquía. Los rusos querían que le sirvieran la comida rápidamente y gritaban “Bistró”, que en la jerga culinaria parisina significa “propietario de restaurante”. Pero su significado cambia con ellos entendiéndose como rápido y asociándose más aún a la rapidez de preparar y servir platos a la clase trabajadora. La incógnita es como esa palabra ha pasado a ser sinónimo de café o restaurante elegante y distinguido.


Anna Bistró es un paraíso en la ciudad con espacios verdes, deck, living y rincones acogedores que recuerdan a nuestro hogar. El espacio celebra, esta semana, el duodécimo aniversario desde su inauguración.


Desestructurado y relajado, éste restaurante está en el medio de un jardín, logrando que los espacio interiores y exteriores interactúen constantemente. Es un lugar donde se puede elegir entre: tomar un trago, comer o elegir un postre. No tiene la formalidad de un restaurante, lo cual fomenta  la libertad de pedir un principal o un postre o compartir una copa de vino con una picada en el jardín o tomar un café con macarones.


Abre desde las 8 de la mañana hasta la madrugada y tiene disposición tres cartas: la de la cava, la del bistró y la del restaurante. Esta última solo disponible en los horarios de almuerzo y cena. Mientras que la de bistró está vigente todo el día. Además cuenta con una completa propuesta para desayunar o tomar la mediatarde, abastecida con la excelencia de su propia pastelería Brillat Savarin (ubicada a 20 metros). Huevos revueltos en diferentes modalidades, sandwich brioche con salmón ahumado o el ciclo Savarin que incluye té en hierbas, jugo natural y diferentes opciones como entremet, croisant, tartas o macarons, son algunas de las opciones de la carta.


Sentados en los sillones vintage del interior, para empezar a disfrutar el lugar, es propio pedir un salmón ahumado hecho en el mismo lugar. Además se ahúman quesos, lomo y panceta que se integran en los taglietele y a la ternera. El ahumadero al frío utiliza aserrín seleccionado mezclado con álamo y otra esencia. La técnica que puede verse en la visita consigue un sabor único y es una grata experiencia conocer su proceso.


Al estilo bistró, cada día hay una sugerencia del chef puesta en una pizarra. Mientras que la carta del restaurante valoriza los productos argentinos en su conjunto como el cordero al malbec en ocho horas con ratatouille y moelleaux de papás ($ 358). Hay platos altamente recomendables como Tournedos de filet con salsa malamado ($ 338) o  Thone Ahumado con manteca de hiervas ($ 355), Los vegetarianos tiene su propio deleite con el Wok vegetariano de arroz yamaní y almendras ($ 222), o feulité de queso de cabra, crocante de miel y pasas ($ 135).  Las ensaladas también han atravesado las fronteras del restaurante por su popularidad y dimensión como la Auvergnate con roquefort y nueces. El lugar tiene muchos espacios para descubrir, la pérgola exterior, el ahumadero, los jardines y la cava subterránea que ofrece más de 200 etiquetas de 60 bodegas mendocinas, un sitio dedicado para preservar la conservación de los vinos de guarda.


Anna Bistró ofrece un pedacito de Francia en el corazón de nuestra ciudad, realmente vale la pena visitarlo.


Dirección: Juan B. Justo 161 de Ciudad.


Teléfono: 4251818


 


 






Conocé algunos otros restaurantes destacados de Mendoza haciendo click acá.


Por Carla Luna





 


Más de High Food & Travel