¿Qué es un restaurante a puertas cerradas?
Por Carla Luna
Hace algunos años nació en Buenos Aires la tendencia de los restaurantes a puertas cerradas, una modalidad que no tardó en llegar a nuestra provincia en virtud del crecimiento gastronómico conseguido. Sin embargo tuvo varios antecedentes que distan de la idea porteña y se emparentaron con la propuesta. Algunas bodegas comenzaron sus restaurantes en varios casos a puertas cerradas donde se invitaba a un grupo reducido para ofrecer una propuesta culinaria que encajara perfectamente con los vinos y de esta manera vivir una experiencia gastronómica - vitivinícola única. Luego algunas casonas en fincas de cinco estrellas extendieron la propuesta, pero siempre destinadas a amalgamar el vino y su entorno con la creación del chef como es el caso de Casa Antucurá o Estancia Bombal.
Este concepto terminó tomando forma definitivamente en la provincia. Los restaurantes a puertas cerradas se diferencian del tradicional porque se trata de casas particulares atendidas por sus propios dueños quienes en muchos casos son increíbles chefs. Ellos invitan a experimentar la propuesta donde el vino y la cocina son los principales protagonistas. Se busca una interacción entre el visitante y el anfitrión en un ambiente relajado y posiblemente se comparta la mesa con gente desconocida que podrían tener otras culturas e idiomas.
Estos restós suelen estar escondidos o simplemente no identificados por lo que se los conoce por recomendación de sus clientes. Entre los más reconocidos en Mendoza se encuentran: Ituzaingó, uno de los pioneros en una casona de la cuarta sección con una cava impactante y grandes espacios que permiten disfrutar de distintos momentos durante la noche; Los Chocos ubicado en el Barrio Bombal, ofrece una propuesta llevada a cabo por un chef y un sommelier que en conjunto buscar hacer vibrar los sentidos a través de la experiencia en un menú de seis pasos y finalmente Casa Coupage que fue uno de los primeros restós a puertas cerradas de Buenos Aires y ahora se instala en Mendoza.
Muchos de los restaurantes a puertas cerradas nacieron ante la necesidad de los chefs de liberarse creativamente de las directivas de un establecimiento formal. Buscan expresarse sin limitaciones y crean menúes innovadores mientras alientan a los comensales a vivir una experiencia de sabores radicalmente distinta.
Hace algunos años nació en Buenos Aires la tendencia de los restaurantes a puertas cerradas, una modalidad que no tardó en llegar a nuestra provincia en virtud del crecimiento gastronómico conseguido. Sin embargo tuvo varios antecedentes que distan de la idea porteña y se emparentaron con la propuesta. Algunas bodegas comenzaron sus restaurantes en varios casos a puertas cerradas donde se invitaba a un grupo reducido para ofrecer una propuesta culinaria que encajara perfectamente con los vinos y de esta manera vivir una experiencia gastronómica - vitivinícola única. Luego algunas casonas en fincas de cinco estrellas extendieron la propuesta, pero siempre destinadas a amalgamar el vino y su entorno con la creación del chef como es el caso de Casa Antucurá o Estancia Bombal.
Este concepto terminó tomando forma definitivamente en la provincia. Los restaurantes a puertas cerradas se diferencian del tradicional porque se trata de casas particulares atendidas por sus propios dueños quienes en muchos casos son increíbles chefs. Ellos invitan a experimentar la propuesta donde el vino y la cocina son los principales protagonistas. Se busca una interacción entre el visitante y el anfitrión en un ambiente relajado y posiblemente se comparta la mesa con gente desconocida que podrían tener otras culturas e idiomas.
Estos restós suelen estar escondidos o simplemente no identificados por lo que se los conoce por recomendación de sus clientes. Entre los más reconocidos en Mendoza se encuentran: Ituzaingó, uno de los pioneros en una casona de la cuarta sección con una cava impactante y grandes espacios que permiten disfrutar de distintos momentos durante la noche; Los Chocos ubicado en el Barrio Bombal, ofrece una propuesta llevada a cabo por un chef y un sommelier que en conjunto buscar hacer vibrar los sentidos a través de la experiencia en un menú de seis pasos y finalmente Casa Coupage que fue uno de los primeros restós a puertas cerradas de Buenos Aires y ahora se instala en Mendoza.
Muchos de los restaurantes a puertas cerradas nacieron ante la necesidad de los chefs de liberarse creativamente de las directivas de un establecimiento formal. Buscan expresarse sin limitaciones y crean menúes innovadores mientras alientan a los comensales a vivir una experiencia de sabores radicalmente distinta.
